domingo, 28 de noviembre de 2010

dramatis personae


"nec sine te
nec tecum
vivere possum" (Amores- Ovidio)

soy la desorientada
de apariencia narcoléptica
transito cualquier vereda
atravieso cualquier calzada

en perpetua hipersomnia
recidivantes encuentros
me exponen tumefacta
en lugares imprevisibles

extravagante
delirante
mi pecho
es una cereza
corazón de paloma

la vie en rose


no quiero piedad
para la mujer de mimbre
la de los ojos sin luz
la de anoche
sentada frente a ti
en este mismo lugar

partida en silencios
cuarenta y cinco minutos
en este taburete sumergible
tu mirada encadenó la mía
hoy gangrenada

in albis
paralizada
un collar de ahorque
secó mi voz
ya sin aliento

el ruido no acondicionado
el agua cae en el vaso
recuerdo eso
nada mas

alguna vez
te traje algo
desde París

sólo había que girar
la manivela

tormentum insomniae



quiltra sonámbula
vagabunda
deambulo
agonizo
frente a todos

sedienta
hambrienta
desfallezco
de bruces
frente a ti

tu nombre
tuerce mis huesos
el cariño no entregado
retuerce mis manos
el desamor
apalea mi cuerpo dolorido

todo lo que no digo
se transforma
poco a poco
en enfermedad mortal

silenciosas
la sombra de los pájaros
la imagen de mil perros
son la despedida
hoy
mi corazón
pesa menos
que una pluma de ibis

sábado, 27 de noviembre de 2010

el secreto guardado


(para mi hermanito)

hoy supe que no te fuiste
que te alejaron
antes que llegaras
que me has hablado
todos estos años
que también mis manos
han hablado de ti
y que no te he reconocido

Hoy supe que estás en mi casa
en tantas cosas
y desde el infinito asombro
al cariño infinito
te saludé

Tal vez me habrías abrazado
alguna vez
tal vez me habrías escuchado
alguna vez
tal vez seríamos como hermanos
como los hermanos de verdad
tal vez nos habríamos reído juntos
una, muchas veces

En mi corazón
sólo cabe la sonrisa
la humildad
el agradecimiento

Sin despedirnos
nos vamos juntos
al lugar de los niños muertos
en este caballito de madera
el balancín de las tardes solitarias
con un remolino en la mano
y unas flores amarillas
recogidas a escondidas
en alguna vereda

de tu boca sin sonido
sale una mariposa

y yo me voy contigo
tras ella