domingo, 28 de noviembre de 2010
la vie en rose
no quiero piedad
para la mujer de mimbre
la de los ojos sin luz
la de anoche
sentada frente a ti
en este mismo lugar
partida en silencios
cuarenta y cinco minutos
en este taburete sumergible
tu mirada encadenó la mía
hoy gangrenada
in albis
paralizada
un collar de ahorque
secó mi voz
ya sin aliento
el ruido no acondicionado
el agua cae en el vaso
recuerdo eso
nada mas
alguna vez
te traje algo
desde París
sólo había que girar
la manivela
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