sábado, 27 de marzo de 2010

concepción




en las veredas
de tierra
caminó
la incertidumbre

en el aire
turbio de silencio
el mar perdido
ensordecía

vidrio molido los ojos
cemento la piel
la sonrisa de ladrillo
rojeaba la tarde

y el cielo era azul



y el sol tibio